Ha llegado el momento para que demostremos con contundencia nuestra reafirmación venezolanista con hechos concretos; entre otros, decidir nuestra probable comparecencia por ante la Corte Internacional de Justicia, dentro de un mes, con la finalidad de consignar el memorial de contestación de la demanda.
Ya lo he dicho en bastantes ocasiones que nuestra presencia o no en ese Alta Tribunal corresponde a una indelegable determinación del jefe de Estado; por cuanto, es una absoluta atribución constitucional de su expresa reserva
Guyana, con la interposición de acciones contra nuestro país y ratificarla en todas las audiencias celebradas, insiste, en su causa de pedir, que la Sala obligue a Venezuela a reconocer el presuntamente ejecutoriado Laudo Arbitral de París de 1899, como cosa juzgad