Un fuerte terremoto de magnitud 7,4 sacudió la península de Kamchatka, en el extremo oriente de Rusia, el pasado sábado, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El sismo se registró a 111 kilómetros al este de la ciudad de Petropavlovsk-Kamchatsky, a una profundidad de 39,5 kilómetros.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) descartó el riesgo de tsunami tras el sismo. Inicialmente, se había reportado una magnitud de 7,5, que luego fue corregida a 7,4. Aunque se advirtió sobre la posibilidad de olas peligrosas en las costas cercanas, el PTWC posteriormente comunicó que la "amenaza de tsunami (...) ya ha pasado".
En julio, un terremoto de magnitud 8,8 había golpeado la misma región, provocando tsunamis de hasta cuatro metros y evacuaciones en varios países del Pacífico. Este evento fue uno de los más devastadores desde el terremoto de magnitud 9,1 en Japón en 2011, que causó más de 15.000 muertes.
A pesar de la magnitud del sismo, no se reportaron víctimas ni daños significativos en la península de Kamchatka. La zona es conocida por su alta actividad sísmica, debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde convergen varias placas tectónicas.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres de Colombia también emitió un comunicado, asegurando que no había amenaza de tsunami para la costa pacífica del país tras el sismo en Rusia. La península de Kamchatka, con cerca de 30 volcanes activos, es un área propensa a terremotos, lo que la convierte en un punto de interés para los expertos en sismos.