Recuperar lo material, pero no la vida de los niños

En una comunidad devastada, los vecinos comparten el dolor de perder sus hogares y lo poco que tenían. Las palabras de un padre que ha quedado sin nada resaltan la tragedia: "Lo material se recupera, la vida de nuestros niños no". Este sentimiento se convierte en un consuelo para quienes permanecen unidos en medio del desastre.

Las imágenes que retratan la situación son desoladoras: paredes colapsadas, electrodomésticos esparcidos y juguetes quemados. Una madre, sumida en la impotencia, se pregunta cómo podrán sus hijos encontrar refugio tras lo que un día fue su hogar.

Lágrimas fluyen de los ojos de un hombre que dedicó su esfuerzo a construir un techo para su familia, que hoy se ha convertido en escombros. "Era todo lo que teníamos",

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