Para muchos españoles que viven fuera, encontrar un restaurante de comida nacional es casi un ritual . En ciudades como Zúrich, Londres o Berlín, la tortilla de patatas, las croquetas o la paella se convierten en un pequeño viaje al hogar. Sin embargo, no siempre la experiencia está a la altura de las expectativas , y los precios en países como Suiza pueden dejar a cualquiera con la boca abierta.

Lo que debía ser una velada de nostalgia y sabor terminó convertido en un episodio viral: un comensal en un restaurante de cocina española en Zúrich se llevó un disgusto monumental al descubrir que la paella, el plato estrella de la carta, no solo costaba 100 euros , sino que además sabía, según sus palabras, "a gas".

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Las diferencias entre España y Suiza son palpables

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