Son las 12:47 del mediodía del lunes 8 de septiembre. En una cámara de videovigilancia instalada en la urbanización Emadi, distrito de Ayacucho, aparece la silueta pequeña de Katherine Junco Angulo , de apenas 12 años. La menor camina sola por el jirón Romero Pintado. A unos treinta metros, un varón avanza delante de ella.

La imagen, de apenas unos segundos, se convirtió en la principal pista de las autoridades sobre la misteriosa desaparición que desde hace seis días mantiene en vilo a una familia y a toda una ciudad.

Esa mañana, Katherine salió de su vivienda en el sector de Señor de los Palacios, a las 8:00 a.m., rumbo a su colegio Corazón de Jesús . Nunca llegó. Desde entonces, la incertidumbre y la angustia crecen en el corazón de su madre, Catalina Angulo Huamaní , quien en

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