El futuro de Adán Augusto López Hernández pende de un hilo. El hombre que se asumía como heredero natural del obradorismo enfrenta hoy un jaque mate político. Las investigaciones por vínculos de su círculo cercano con el narcotráfico y el huachicol fiscal lo han dejado expuesto, vulnerable y sin margen.
La detención de Hernán Bermúdez Requena, “El Abuelo”, en Paraguay, representa no solo un golpe al crimen organizado, sino un terremoto en Morena. Bermúdez no era un funcionario menor, sino el exsecretario de Seguridad en Tabasco bajo el gobierno de Adán Augusto, protegido pese a advertencias militares sobre sus nexos criminales.
“La Barredora”, grupo criminal liderado por Bermúdez, se expandió durante la administración de López Hernández en Tabasco, con huellas en Chiapas y Veracruz. La c