Decenas de personas, entre ellas periodistas, profesores o bomberos, fueron despedidas de sus trabajos por hacer comentarios sobre el asesinato del conservador estadounidense Charlie Kirk.

Uno de los despidos más comentados es el del analista político Matthew Dowd , quien fue desvinculado de la cadena MSNBC después de que él sugiriera que el asesinato de Kirk fue motivado por su discurso polarizador.

“Los pensamientos de odio conducen a palabras de odio, que a su vez conducen a acciones de odio”, declaró en televisión.

Otro caso destacado es el de un agente del Servicio Secreto de Estados Unidos , agencia encargada de proteger al presidente, quien fue cesado después de expresar en redes sociales que Kirk “esparció odio y racismo” en su programa y que “el karma es inevitable”

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