El presidente Nicolás Maduro ha activado la operación "Independencia 200", que implica un despliegue militar y de milicianos en todo el país. En una sesión plenaria extraordinaria, Diosdado Cabello, ministro del Interior y secretario general del PSUV, delineó las estrategias de defensa que se implementarán desde el poder, en lo que se describe como una guerra contra el imperio. Cabello instó a la militancia a prepararse para una "resistencia activa prolongada".

"Llegó la hora de la guerra revolucionaria contra un enemigo poderoso", afirmó Cabello, refiriéndose al despliegue militar estadounidense en el sur del Mar Caribe. Washington justifica esta acción como una operación antinarcóticos de largo alcance, mientras que el gobierno venezolano lo considera un preludio a un cambio de régimen. Cabello sugirió que el chavismo podría ser desalojado del poder, lo que llevaría a un conflicto asimétrico prolongado.

La expresión "resistencia activa prolongada" no es un término técnico establecido en la doctrina militar venezolana, pero se alinea con estrategias de guerra irregular del siglo XX. Según Cabello, esta resistencia implica una transición de una "revolución pacífica" a una "lucha armada". Aclaró que no se trata de una guerra convencional, sino de "otro tipo de guerra" que combina acciones ofensivas y defensivas sostenidas en el tiempo.

Cabello también aludió a "enseñanzas de otros pueblos", sugiriendo influencias externas. La "resistencia activa prolongada" puede considerarse una reinterpretación de la "Guerra Popular Prolongada" (GPP), una doctrina militar maoísta desarrollada por Mao Zedong en China. Esta estrategia, que se basa en tres fases, ha influido en movimientos guerrilleros en diversas partes del mundo.

El líder del PSUV enfatizó que, si Estados Unidos se involucra, la guerra no será breve: "Serán 100 años de guerra, pero los vamos a derrotar", aseguró. Esta afirmación refleja una visión de resistencia ante un adversario más poderoso y tecnológico. La invocación de Cabello a la "resistencia activa prolongada" no solo tensa las relaciones con Washington, sino que también busca movilizar a sus bases.

A pesar de que las elecciones de 2024 podrían mostrar al chavismo en minoría, se estima que el apoyo al gobierno de Maduro se mantiene entre el 25% y el 30%. En un contexto de conflictos híbridos, el chavismo parece adoptar un enfoque maoísta ante un enemigo que consideran superior. La pregunta que queda es cuánto tiempo se mantendrá Estados Unidos desplegado en la región, agitando las aguas del sur del Mar Caribe.