Las aplicaciones y asistentes basados en inteligencia artificial han irrumpido en la vida cotidiana gracias a su capacidad para agilizar tareas, ofrecer soluciones creativas e incluso asesorar en aspectos tan diversos como la organización de una reunión o la planificación de un viaje. Sin embargo, este avance implica ceder información personal de distinta sensibilidad .

Entender qué permisos suelen pedir estas herramientas y decidir cuáles conviene bloquear es fundamental para mantener el control sobre los propios datos.

¿Qué necesita realmente una IA para funcionar?

En primer lugar, toda plataforma de IA requiere acceso a Internet . Este permiso resulta indispensable porque el procesamiento de información se realiza en servidores externos, y sin conectividad, la aplicación no

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