En la entrada de muchas tiendas de H&M, junto a los mostradores, suele haber una caja metálica. En la parte superior tiene un orificio circular y, en letras rojas, un mensaje agradece a quienes dejan allí sus prendas: “Gracias por ayudarnos a reciclar”. Esa frase sencilla sostiene una de las campañas más ambiciosas de la marca sueca de moda rápida: “Cerremos el ciclo”, un programa que invita a los clientes a entregar ropa usada a cambio de bonos de compra de unos 20.000 pesos colombianos.
La idea suena atractiva. La promesa es clara: recolectar la ropa que ya no se usa, clasificarla y darle una nueva vida para evitar que acabe en la basura. Según la iniciativa, esas prendas pueden revenderse, convertirse en nuevas telas o transformarse en otros materiales, con el apoyo de empresas especia