La política exterior del presidente estadounidense Donald Trump atraviesa una encrucijada compleja. Mientras busca proyectarse como mediador clave en el conflicto de Gaza y como arquitecto de un frente occidental contra Rusia, sus principales interlocutores —el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el presidente ruso Vladimir Putin — han tomado decisiones que contrarían directamente sus objetivos diplomáticos. Los episodios recientes en Doha y en el marco de la guerra en Ucrania revelan las tensiones y contradicciones que atraviesan la estrategia de Washington.

El hecho más grave ocurrió esta semana, cuando Israel llevó a cabo un ataque aéreo en territorio catarí contra dirigentes de Hamas . La operación, que sorprendió incluso al propio Trump y a su equipo de seguridad

See Full Page