Tres monjas de 82, 86 y 88 años desafiaron las normas establecidas y regresaron al lugar que habían llamado hogar durante décadas. Con la ayuda de un cerrajero y antiguas alumnas, lograron abrir las puertas de su convento cerrado en Elsbethen, Austria , enfrentándose tanto a la autoridad eclesiástica como a las dificultades que el tiempo había dejado en el edificio. Lo que comenzó como un silencioso acto de determinación personal, tras escapar del geriátrico donde se encontraban , se convirtió en una historia que despertó conmoción, admiración y solidaridad entre la comunidad local y quienes alguna vez cruzaron los pasillos del Kloster Goldenstein.
De acuerdo con BBC, las religiosas obtuvieron acceso al edificio con la ayuda de antiguos estudiantes y de un cerrajero. Los