Bajo la noche del estadio Ciudad de los Deportes , Chivas vivió un despertar: no solamente se apropió (1-2) del Clásico Nacional , sino que también rompió con el invicto de las “Águilas” del América .

Si bien el primer tiempo del partido dejó una mayor posesión del balón por parte de los azulcremas, cuarenta y nueve minutos no fueron suficientes para encontrarse con una anotación que abriera el marcador.

Corría el minuto seis del compromiso cuando las acciones tuvieron que detenerse por una fuerte entrada a Miguel Gómez . El lateral rojiblanco se llevó las manos al rostro, encendiendo alarmas por una posible herida. Sin embargo, momentos después, Gómez se levantó y le dio “guerra” a Allan Saint-Maximin .

Esto fue un presagio de las postales que dejó el partido: las lesio

See Full Page