
El boxeo vivió una de sus noches más trascendentales en el Allegiant Stadium de Las Vegas . Allí, el estadounidense Terence “Bud” Crawford escribió una página dorada al imponerse por decisión unánime (112-116, 113-115 y 113-115) al mexicano Saúl “Canelo” Álvarez , arrebatándole los cuatro cinturones del peso supermedio y convirtiéndose en el primer púgil en la historia en ser campeón indiscutido en tres categorías distintas : superligero, wélter y supermedio.
Una estrategia perfecta
Contra todo pronóstico, Crawford, que subía dos divisiones de peso, manejó el combate con una inteligencia suprema. Supo marcar el ritmo, controlar la distancia y recurrir a su boxeo lateral para desquiciar a un Canelo que nunca logró encontrar la fórmula para acortar los espacios. Las combinaciones precisas del estadounidense marcaron la diferencia y le permitieron dominar la pelea en los momentos clave.
Aunque la contienda no ofreció el intercambio constante de metralla que caracterizó la trilogía de Canelo contra Golovkin, sí exhibió la eficacia quirúrgica de Crawford, quien eligió sus golpes con paciencia y tino. El noveno asalto fue el único tramo en el que ambos se entregaron al cuerpo a cuerpo, pero incluso allí “Bud” salió mejor parado.
Canelo, sin excusas
El campeón mexicano reconoció tras la derrota que le faltaron recursos. Fiel a su estilo frontal, no pudo ajustar su estrategia frente a un rival que lo superó en movilidad y lectura del combate. En su esquina le reclamaron mayor trabajo desde los primeros asaltos, pero Canelo no logró variar su plan inicial. “Me faltaron armas, no fondo físico. Crawford fue mejor”, admitió con honestidad.
El resultado supone un golpe importante para el boxeador tapatío, que acumula una larga trayectoria de batallas durísimas y que esta vez se encontró con un rival que no solo lo neutralizó, sino que le arrebató el trono del supermedio.
Crawford, el más grande de su generación
A punto de cumplir 38 años, Crawford consolida su legado. Campeón en cinco divisiones y tres veces indiscutido, su victoria frente a Canelo lo coloca en la cima del boxeo moderno, por encima incluso de figuras como Usyk , con quien comparte el reconocimiento de ser uno de los más habilidosos de esta era.
Con esta hazaña, “Bud” completa un palmarés histórico: no solo ha demostrado su talento técnico y su resistencia mental, sino también su capacidad para reinventarse y conquistar territorios que parecían vedados por la diferencia de peso.
Un combate para la historia
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Inicio prudente: Los tres primeros asaltos fueron de tanteo, con un Canelo agresivo y un Crawford expectante.
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El giro del cuarto: El estadounidense comenzó a contragolpear con acierto y tomó la iniciativa.
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Dominio estratégico: Desde el sexto hasta el octavo, Crawford llevó el combate a su terreno, con movilidad y precisión.
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El noveno, el asalto más caliente: Intercambio frontal que encendió al público, aunque Canelo no logró imponerse.
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Remate final: En los tres últimos rounds, el mexicano se mostró desesperado mientras Crawford mantenía la calma y sumaba puntos decisivos.
Con su victoria, Terence Crawford no solo despojó a Canelo de sus cinturones, sino que también se coronó como el boxeador más laureado de la historia , un hito que difícilmente será igualado en los próximos años.