El rugido silencioso de las celdas, el eco de la desesperación y los gritos ahogados de un infierno terrenal resuenan desde el interior del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en Tecoluca, El Salvador.

Esta megacárcel, la piedra angular de la política de "mano dura" del presidente , se ha convertido en el epicentro de denuncias escalofriantes que conectan directamente a Estados Unidos y a la administración del expresidente Trump con una red de abusos y sufrimiento humano.

El medio de comunicación DW ha revelado cómo el sistema penitenciario global es un negocio lucrativo tras las rejas, donde contratistas privados, bandas criminales y los propios reclusos explotan un sistema que, lejos de rehabilitar, solo profundiza la miseria. Pero lo que emerge de El Salvador va más al

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