Houston.- Las redadas de la "migra" en Texas golpean el restaurante de Oscar García Santaella. Una de sus empleadas tiene miedo de ir a trabajar mientras que su clientela, mayoritariamente latina, evita salir de casa para reducir los riesgos de detención.
De 54 años y originario de México, García es un empresario gastronómico. Uno de sus negocios es la taquería Los Primos, en Houston, con platillos mexicanos como tacos o quesadillas, que ya forman parte del menú convencional texano.
En este estado conservador del sur de Estados Unidos donde el presidente Donald Trump tiene amplio respaldo, 40 por ciento de su población es latina. Su dinero mueve la economía.
Como parte de las políticas de deportación masiva de inmigrantes sin permanencia legal en el país, los agentes de ICE -como se le