Lo que debía ser una jornada de celebración deportiva en Madrid terminó en un enfrentamiento político de alto voltaje. La última etapa de la 80ª edición de La Vuelta Ciclista a España fue cancelada a 56 kilómetros de la meta debido a las protestas propalestinas contra la ofensiva israelí en Gaza , que invadieron las calles del recorrido e impidieron la llegada de los ciclistas a la plaza de Cibeles.

Los disturbios, en los que se registraron enfrentamientos con la Policía Nacional, derivaron en una fuerte disputa política. Mientras desde el Partido Popular (PP) y Vox se acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de alentar las movilizaciones, desde el PSOE, el delegado del Gobierno en Madrid y la vicepresidenta Yolanda Díaz se reivindicó el carácter legítimo y simbólico de las protestas.

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