Luces, cámara y acción. Aparece el protagonista y pronuncia su línea con voz y gesto graves: “Si aquí alguien pusiera un dispositivo para explotar, no quedaría nada”. Es Diosdado Cabello Rondón, ministro de Relaciones Interiores, que actúa en un galpón industrial de El Tigre, estado Anzoátegui, acondicionado para la ocasión como un set de televisión.

El pasado 14 de agosto allí se escenificaba un allanamiento. “Si todo esto explotara al mismo tiempo tendría una onda letal de 911 metros, casi un kilómetro, no quedaría nada, ni nadie”, insistía Cabello quien, para aumentar tanto la verosimilitud como el efecto dramático de la puesta en escena, pasó a describir con lujo de detalle el tipo de explosivos encontrado en el lugar. Las cámaras lo seguían en una especie de travelling mientras camin

See Full Page