El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, denunció este domingo que aviones militares estadounidenses están sobrevolando con frecuencia el mar Caribe, cerca de las costas venezolanas. Según Padrino, estos vuelos han aumentado notablemente, pasando de un patrón diurno a uno nocturno y de madrugada. En agosto, las operaciones de inteligencia y exploración contra Venezuela se triplicaron, lo que ha generado preocupación en el gobierno venezolano.
Padrino López afirmó que estos aviones a menudo "violan normas operacionales" al no notificar sus planes de vuelo, lo que podría provocar accidentes. Entre los aviones detectados se encuentran aviones de inteligencia, tanqueros que suministran combustible en pleno vuelo, y aviones RC-135, diseñados para la recopilación de información en tiempo real hasta 200 millas de distancia.
El pasado agosto, medios internacionales informaron sobre un despliegue militar estadounidense en el Caribe, supuestamente para combatir a los cárteles de la droga. Sin embargo, el gobierno de Caracas sostiene que estas maniobras están orientadas a forzar un cambio político y a apoderarse de los recursos naturales del país.
El presidente Nicolás Maduro ha calificado las acusaciones de narcotráfico de Estados Unidos como una mentira "tan burda y tan falaz como que Irak tenía armas de destrucción masiva". Maduro argumenta que Venezuela no es un país relevante en el narcotráfico y ha citado datos de la ONU que señalan a Colombia como el principal productor de cocaína.
Además, Maduro ha criticado a la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, acusándola de convertir la isla en el centro de una "operación militar" contra Venezuela. Comparó el actual despliegue de ocho barcos de guerra de EE.UU. en el Caribe con la crisis de los misiles de 1962 en Cuba.
El despliegue militar estadounidense, que incluye la llegada de cinco cazas F-35 a Puerto Rico, ha intensificado las tensiones en la región. En respuesta, Maduro ha convocado un alistamiento voluntario en la Milicia Bolivariana para la defensa de la soberanía. A pesar de las crecientes fricciones, el presidente venezolano ha expresado su disposición al diálogo con el presidente Donald Trump, siempre que se abandone la "diplomacia de las cañoneras" promovida por el secretario de Estado, Marco Rubio.