La idea de una huella de carbono personal toma cada vez más relevancia, especialmente entre aquellos que buscan reducir su impacto en el medio ambiente.
Se trata de aplicaciones que miden una suma de todas las emisiones que una persona agrega a la atmósfera, desde el combustible que consume su auto hasta la energía necesaria para producir los alimentos que come. Tener en cuenta este número ayudaría a las personas a darse cuenta de que podrían reducir la emisión de gases.
Sin embargo, calcular y reducir la emisión de gases no es fácil. Por esta razón, una serie de aplicaciones móviles surgieron para ayudar a la gente a entender sus hábitos de consumo y a identificar las acciones que más contribuyen al cambio climático.
Un autoexamen con resultados inesperados
Una periodista de la age