Unas horas antes de que Marco Rubio, Secretario de Estado de Estados Unidos, aterrizara en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna fue aprehendido por la Armada y la Fiscalía General de la República en la Ciudad de México.

Nunca antes un mando de su jerarquía había sido capturado por una acusación penal y mucho menos por una tan grave: la de dirigir una organización criminal que controlaba el contrabando de millones de litros de hidrocarburos en las Aduanas.

Desde el 19 de agosto, la jueza federal Nancy Selene Hidalgo Pérez había ordenado la aprehensión del Vicealmirante y otros involucrados, pero las autoridades esperaron 14 días, hasta el arribo del funcionario estadounidense, para ejecutar las capturas.

La mañana del 2 de septiembre a

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