El desperdicio de comida es un problema frecuente en los hogares. Gran parte de los alimentos frescos comprados termina en la basura por no conservarse adecuadamente. Congelar es una estrategia que permite aprovechar mejor lo que se compra y prolongar la vida útil de frutas, verduras y otros productos.

Congelar alimentos frescos ayuda a reducir pérdidas, ahorrar tiempo y optimizar el presupuesto familiar . Los productos mantienen su valor nutricional y su sabor durante meses, y permiten tener siempre a mano ingredientes básicos para preparar comidas rápidas y caseras.

No solo los productos procesados se pueden congelar. Frutas, verduras, huevos, quesos y pan se conservan igual de bien. Prepararlos correctamente para el congelador garantiza que se mantengan frescos y listos para

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