Mario Maldonado Espinosa (*)

Don Juan tenía 65 años, trabajó muchos años de su vida, por fortuna en el transcurso de los años pudo tener un patrimonio y algunos ahorros. Sin embargo, debido al trabajo nunca tomó en serio revisar su salud, hasta que un día estando trabajando le dio un infarto fulminante. Ese fue el inicio de un conflicto familiar, que seguramente tardará un buen tiempo antes de que los juzgados determinen a quién le corresponde o a quiénes se les quedaría todos los bienes que logró acrecentar. Todo ello se hubiera evitado si don Juan hubiere dispuesto a través de un testamento el destino final de lo que toda su vida había trabajado. Esta lamentable situación hizo que la familia, sus hijos y parientes, se pelearan, la familia, que él mantenía unida, se dividió por la falta

See Full Page