La Vuelta no tuvo final. Las protestas propalestinas por la presencia del equipo Israel-Premier Tech han marcado la ronda española y la etapa de este domingo de Madrid, la última, tuvo que ser suspendida por las manifestaciones en la capital. Todo ello con una guerra política de fondo, pues por la mañana Pedro Sánchez apoyó la convocatoria, algo que le reprochó después con dureza la oposición y el mismo Gobierno israelí.

La etapa estaba marcada en rojo por la competición ante una convocatoria para manifestarse que se preveía masiva. Así, Madrid se blindó con un despliegue policial casi sin parangón para un evento deportivo –solo comparable al de la cumbre de la OTAN de 2022–. Pero no fue suficiente.

Aunque la última etapa, de 103 kilómetros, salió de la localidad de Alalpardo en medio de

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