La integración sensorial es el proceso neurológico mediante el cual el sistema nervioso central recibe, organiza e interpreta las sensaciones, tanto del cuerpo como del entorno. Este proceso nos permite responder al entorno de manera adaptativa y funcional.

La integración sensorial influye profundamente en el desarrollo infantil: las sensaciones son alimento para el cerebro y procesarlas adecuadamente constituye la base para los aprendizajes en las diferentes áreas del desarrollo, a nivel motor, cognitivo, emocional, social.

Para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), la integración sensorial es fundamental, ya que el cerebro procesa los estímulos de forma diferente, lo que puede causar hipersensibilidad (reacción intensa) o hiposensibilidad (poca reacción) a sonidos, textura

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