El sistema eléctrico argentino se encuentra en una situación límite y podría enfrentar serias restricciones durante los picos de consumo del próximo verano.
Así lo advirtió un informe de Cammesa , la compañía administradora del mercado mayorista eléctrico, que señaló la necesidad de inversiones por USD 6.500 millones para reforzar la red de transmisión y evitar un colapso.
En la última década, la demanda eléctrica aumentó un 26% , pero solo se incorporaron 1.200 kilómetros de nuevas líneas de alta tensión.
Este desfasaje redujo al mínimo los márgenes de reserva, obligando al país a depender de importaciones de energía en los días más críticos .
Obras urgentes
Entre los proyectos considerados críticos se destacan:
Cuyo: línea de 500 kV Río Diamante – Charlone – O’Higgins.