remio de transportadores de carga pesada se declaró en máxima alerta tras la expedición del Decreto 126 por parte del presidente Daniel Noboa, que aumentó el precio del ACPM de 1,80 a 2,80 dólares por galón. El incremento, de un dólar, ha generado un fuerte rechazo por parte de los conductores, quienes aseguran que la medida no fue socializada y representa un duro golpe económico para el sector.
Omar Guerrón, dirigente del gremio, afirmó que la principal exigencia es la derogación inmediata del decreto y subrayó que no aceptarán bonos ni subsidios.
“No queremos dádivas. Lo que pedimos es un piso tarifario que nos permita trabajar con reglas claras y cubrir el impacto del alza de los combustibles”, puntualizó.
El Gobierno planteó un esquema de compensación focalizada dirigido a buses int