Hans-Dieter Flick ha demostrado desde su llegada al Barça que no tiene ningún problema a la hora de señalar o castigar a los jugadores que no cumplan con las normas y con el código de conducta. Siempre se ha caracterizado por ser muy exigente, tanto dentro como fuera del terreno de juego, y no permite que sus pupilos no den el 100%, y que no muestren un comportamiento perfecto. Y no lo ha dudado a la hora de castigar a quien ha hecho falta.
Durante su primer año en el Camp Nou, ya quedó comprobado con Iñaki Peña , que fue quien pagó las consecuencias de forma más evidente. Había sido titular desde la grave lesión de rodilla que sufrió Marc-André ter Stegen , y no se puede negar que aprovechó sus oportunidades, mostrando un buen nivel, y firmando actuaciones destacadas. Pero llegó ta