A sus 47 años, Lis Vega ha aprendido a lucir no sólo sus dotes artísticas, sino también su corazón, en su versión más sincera.
Esta vez, el foco la encuentra nuevamente — no por una actuación, sino por ese “algo” intangible que brota cuando los corazones coinciden— junto al influencer Ryan Hoffman , mejor conocido como Rayito. La historia comenzó como lo hacen los mejores encuentros: sin estridencias, bajo el signo de la casualidad.
“Yo realmente nunca busco las cosas”, confiesa Lis, “porque cuando nos conocimos yo ni siquiera iba a estar en el lugar donde él estaba, simplemente coincidimos, en esa coincidencia hubo magia, muchas cosas bien bonitas”.
Lo que siguió fue de película: sonrisas compartidas, miradas que no había que explicar, y publicaciones en redes sociales que desatar