La tarde en que la imagen fue tomada, el sol caía sobre una vereda cargada de polvo de la ciudad de Chicago . Una mujer, envuelta en un vestido sencillo y con la mirada perdida, se cubría el rostro mientras sus hijos, cuatro pequeños de cabellos claros y piel sucia, posaban bajo un cartel desolador: “4 Children for Sale. Inquire Within” (cuatro niños en venta. Consultar en el interior) . Esa fotografía, convertida en una prueba brutal de la desesperación, expuso al mundo la historia de una familia empujada a límites impensables por el hambre, la miseria y la indiferencia social .
Más allá del frío encuadre en blanco y negro, la leyenda escrita a mano sobre cada niño —sus nombres: Lana, Rae, Milton, Sue Ellen—, resumía una decisión desgarradora que, con los años, se tornaría símbolo