El camarista penal Andrés Leonelli rompió el silencio luego de que la jueza María Cristina Barrionuevo rechazara el requerimiento fiscal y dispusiera el archivo de la causa. Para el magistrado, el expediente nació sobredimensionado y se sostuvo con decisiones “desproporcionadas”. “Era obvio que esto se solucionaba con un solo oficio. No había necesidad de allanar mi domicilio ni mi despacho”, afirmó, al trazar su primera crítica, explicó.
De acuerdo con su relato, todo comenzó cuando se detectó en su Google Drive material vinculado a pornografía infantil que —según sostiene— se había descargado automáticamente al abrir con clave un archivo encriptado correspondiente a una causa que tramitó cuando era juez de instrucción en Río Grande. “Para verificar si el contenido era lo que decían, tuv