Alemania, vigente campeona del mundo, se coronó por segunda vez en su historia como reina de Europa tras vencer en Riga a Turquía 88-83, tras un enfrentamiento muy igualado en el que supo gestionar mejor los instantes finales con la aportación decisiva del talentoso base Dennis Schroder , elegido mejor jugador del torneo.
El estímulo de ganar por primera vez el torneo en su historia, donde el mejor logro hasta la fecha era la plata como anfitriones en el 2001, hizo que los turcos salieran desatados. Fluidos en el lanzamiento exterior, deseosos de intentar marcar el ritmo del partido, saltaron a escena con un parcial de 13-2 elaborado por tres de sus puntales; Shane Larkin, Cedi Osman y Alperen Sengun .
No se intimidó un rival que tiene por costumbre no perder la calma en ningun