Un preso ha intentado fugarse esta pasada noche de la cárcel de El Puerto de Santa María (Cádiz), aunque su elaborado plan, que incluía un agujero en su celda , no ha resultado exitoso y se ha quedado a medio camino de la libertad. Subido al tejado y acorralado, el hombre ha amenazado con tirarse al vacío.

Los hechos ocurrieron sobre las 22:30 horas, en el conocido como centro penitenciario Puerto II. El interno forzó una reja, rompió parte del muro bajo la ventana y logró salir de su celda. Los funcionarios reaccionaron a tiempo e incluso llegaron a agarrarle de la pierna mientras se encaramaba a la cubierta de la cárcel, pero el reo consiguió zafarse de ellos y subió al tejado.

La alerta movilizó a toda la plantilla de funcionarios disponibles, al jefe de servicios, a efectivos de seguridad privada del perímetro y a la Policía Nacional. Sin opciones de huida, el preso amenazó con arrojarse desde el tejado, situado a unos 20 metros del suelo. Llegó a descolgarse en varias ocasiones y «estuvo a punto de caer al vacío», según Acaip-UGT, sindicato mayoritario en prisiones.

Los funcionarios se vieron obligados a subir al tejado –resbaladizo por la humedad de la noche– para persuadir al recluso. Finalmente, con el apoyo de la Policía Nacional, que se personó con un negociador especializado, lograron que depusiera su actitud y bajara por su propio pie. El reo tuvo en jaque a los trabajadores de la cárcel durante más de una hora .

El preso responde a las siglas L. M. y tiene 26 años . Se encuentra en prisión preventiva , según indican fuentes conocedoras a OKDIARIO Andalucía.

Acaip-UGT ha destacado la «valía» de los funcionarios que subieron al tejado y el «encomiable trabajo» de mediación que llevaron a cabo. El sindicato considera que los hechos ponen en evidencia el «grave deterioro» de las instalaciones  del centro penitenciario, que datan de 1984.

También recuerdan que la seguridad en las prisiones depende de varios factores, y a «la labor de vigilancia activa» de los funcionarios se suman «elementos de seguridad pasiva, como los muros y las concertinas». «La facilidad con la que el preso ha podido manipular las rejas y realizar un pequeño butrón demuestra el mal estado» de esta prisión, denuncian.