Las comunidades de Machu Picchu pueblo iniciaron un paro indefinido el pasado 14 de septiembre, en plena temporada alta de turismo, con bloqueos, suspensión del comercio y cierre de actividades turísticas. La protesta, liderada por el Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu, exige que se permita el ingreso de 18 buses de la empresa San Antonio de Torontoy, adjudicada legalmente para operar la ruta Hiram-Bingham, que conecta el pueblo con la ciudadela inca.
Asimismo, los manifestantes acusan un presunto “contubernio” entre autoridades locales, la Policía, la empresa PeruRail y Consettur, que tuvo el monopolio del servicio por 30 años, para impedir el inicio de operaciones de la nueva empresa. Mientras tanto, el servicio ferroviario continúa suspendido por la caída de rocas