La señora Mariana (nombre ficticio a fin de proteger su identidad) vive en Tijuana desde hace once años. Su historia como madre deportada en Tijuana refleja las dificultades de miles de familias separadas por la migración y la deportación.
Su experiencia la marcó profundamente. Fue detenida, separada de sus hijos y obligada a reconstruir su vida lejos de Estados Unidos después de haber vivido casi una década en Buffalo, Nueva York.
Hoy se dedica a apoyar a otras personas migrantes. Su testimonio evidencia resiliencia, esfuerzo y el impacto emocional de la separación familiar que aún la acompaña.
De Oaxaca a Tijuana, una vida marcada por la migración
Mariana nació en un pueblo de Oaxaca y migró a Estados Unidos buscando mejores oportunidades. Vivió casi una década en Nueva York trabajan