El Newcastle United había mostrado un firme interés por una pieza del Barça , su rival en la primera jornada de la fase regular de la Champions League, durante todo el verano. Mohammed bin Salmán no dejó de insistir en un crack que consideraba que podía ser muy útil en las alineaciones de Eddie Howe, y que esperaba que llegara por una cantidad razonable. Pero no pudieron llegar a un acuerdo, si bien se mantuvo en la lista de objetivos.
El protagonista de esta historia era Gerard Martín , quien fue una de las grandes revelaciones durante el tramo final del curso anterior. Hans-Dieter Flick sorprendió a la hora de apostar por la continuidad de un futbolista que no tenía experiencia en la élite, y que venía de competir con el filial en Primera RFEF. Pero el tiempo le acabó dando la razón