A orillas del Mediterráneo, entre playas de arena dorada y antiguas redes de pescadores, el Puerto de Alcúdia guarda una historia poco conocida pero profundamente humana: la del legendario actor Robert Redford , que encontró en este rincón de Mallorca un refugio para sanar, crear y reencontrarse con su familia y consigo mismo. La relación de Redford con España y con la isla comenzó mucho antes de su consagración como actor. Él mismo lo relató en 2012 durante una visita a Madrid para presentar el Festival de Cine Sundance: «Cuando tenía 19 años vine por primera vez. Estaba estudiando una carrera, quería ser artista, y vine a España».
Aquel viaje juvenil no tenía nada que ver con el cine. Redford ansiaba dedicarse a la pintura , y entre los destinos que eligió se encontraban Palma