La tecnología de automóviles autónomos y conectados representa una de las innovaciones más prometedoras y transformadoras del siglo XXI. Un vehículo autónomo es aquel que puede manejarse sin intervención humana, utilizando una combinación de sensores como cámaras, lidars, radares y software de inteligencia artificial para percibir su entorno, tomar decisiones y ejecutar maniobras. Por su parte, los vehículos conectados (Connected Vehicles) permiten el intercambio constante de información con otros autos, infraestructura vial, redes, peatones y servicios externos; ésta conectividad enriquece la toma de decisiones al proporcionar datos en tiempo real sobre tráfico, condiciones del camino, obstáculos y más.
Una de las grandes ventajas de los automóviles autónomos conectados es el potencia