Cuando un perro mayor empieza a comportarse de manera extraña , como quedarse atrapado detrás de un mueble o caminar sin rumbo, algo está ocurriendo. Ese ‘algo’ puede ser la demencia canina, conocida en veterinaria como síndrome de disfunción cognitiva.

Se trata de una patología sin cura, muy similar en sus manifestaciones a la demencia o al alzhéimer en humanos, y que es más frecuente de lo que solemos imaginar. Los estudios estiman que cerca de un 28% de los perros de entre once y doce años la padecen, y que la cifra se dispara hasta el 70% en torno a los quince o dieciséis años. Lo sorprendente es que en algunos casos los síntomas comienzan a los seis u ocho años, pero pasan desapercibidos porque son muy sutiles y progresivos.

El marco DISHAAL

Para orientar el diagnóstico, la profesi

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