«La atención en catalán quedará blindada por ley y se evitará la invasión de competencias propias de la Generalitat gracias a la introducción de ... una disposición adicional al respecto». Con estas palabras, este martes Junts per Catalunya celebraba el acuerdo con el PSOE para introducir cambios en el proyecto de ley que regula los servicios de atención al cliente. Una modificación que permitirá que «se garantice el derecho de los ciudadanos a ser atendidos en catalán por parte de las empresas», según los de Puigdemont. Sin embargo, este blindaje «es irresponsable y supondrá un sobrecoste», advierten los empresarios.
Mientras se espera el texto definitivo y se aclara el alcance de lo pactado, por ahora se sabe que las compañías con plantillas de más de 250 trabajadores o que facture