La derrota del Gobierno , por amplísima mayoría, en su intento de sostener los dos vetos del Presidente al aumento de fondos para la Emergencia Pediátrica y las universidades públicas estaba cantada, incluso para el oficialismo, pero la magnitud dejó en ascuas a la Casa Rosada . Y en la cúpula libertaria, aunque discutían públicamente con la oposición más dura, se pasaban facturas internamente.
Anoche, después de largas horas de negociaciones, en Balcarce 50 reconocían que se aproximaba una jornada negra en el Congreso. Admitían que sería prácticamente imposible defender las medidas del Presidente frente a una oposición dura envalentonada, y a la merma del grupo de aliados cada vez más distantes. Pero aspiraban a defender al menos uno de los vetos, o a que batalla fuera algo más pel