El entrenador de Boca , Miguel Russo , no dejó pasar el gesto de Carlos Palacios en Arroyito y lo encaró en la vuelta a los entrenamientos. El técnico, cansado de los reproches de algunos jugadores a las decisiones, le marcó la cancha al chileno con un mensaje claro y aclaró que no quiere más actitudes de ese tipo en el plantel.

El equipo venía de levantar en lo futbolístico y de sumar resultados que lo volvieron a meter en la pelea, pero en paralelo se repitieron escenas incómodas que dejaron expuestos a los ayudantes de Russo, sobre todo a Claudio Úbeda.

El último capítulo fue el domingo contra Rosario Central, cuando Palacios, reemplazado por Alan Velasco en el segundo tiempo, protestó la decisión delante de todos.

El martes, ya de regreso tras superar una infección urinaria, R

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