Eduardo Jesús , un adolescente de 16 años de edad, cree que un milagro lo salvó de morir la semana pasada, cuando explotó la pipa de gas en el Puente de La Concordia , en la alcaldía Iztapalapa .

Sufrió quemaduras en un brazo y atrás de una oreja, pero se siente muy triste e impotente porque no pudo salvar a la gente que lo necesitaba.

El miércoles pasado, su padre, quien tiene un puesto de tacos en las inmediaciones del Metro Santa Martha , lo envió por las tortillas a un mercado de Iztapalapa y mientras caminaba por la calzada Ignacio Zaragoza miró su reloj, eran las 14:20 horas.

Segundos después una pipa que venía de Tuxpan, Veracruz y se dirigía a la alcaldía Tláhuac , se volcó en la curva que conecta a la autopista México-Puebla y el gas que transportaba se esc

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