La megalomanía de Pink Floyd sigue viva en la trayectoria paralela -nunca parece que volverán a juntarse- de Roger Waters y David Gilmour , el alma de una de las bandas de rock más trascendentes de la historia del rock, o mejor dicho de la cultura rock. Al fin y al cabo, juntos como dupla creativa concibieron buena parte de la mejor obra de la banda: ahí están sobre todo sus discos de la década del 70 -por estos días se cumplieron 50 años de la publicación de Wish You Were Here , por ejemplo- que, justamente en términos cronológicos, habría de concluir a fines de noviembre de 1979, cuando apareció The Wall .

De ahí en más, entre combate de egos y cuestiones de poder interno, Waters-Gilmour participaron de un disco más, no más: The Final Cut (1982), con su referencia poét

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