Julio César Strassera nunca creyó posible que la historia lo pusiera en el lugar que terminó ocupando: ser el fiscal del Juicio a las Juntas que condenó el terrorismo de Estado y dio un ejemplo a todo el mundo. Pero la vida lo sorprendió, y en octubre de 1984, cuando tenía 51 años recién cumplidos, el destino lo puso en ese lugar.
“Ni yo mismo pensé que podíamos llegar a la instancia del Juicio a las Juntas”, declaró alguna vez Strassera, el hombre cuyo alegato final de acusación se convirtió en la síntesis de la restauración democrática en la Argentina que salía de su dictadura más sangrienta. Este jueves se cumplen cuarenta años desde aquel 18 de septiembre en el que, en nombre de todo el pueblo argentino, Strassera dijo “señores jueces: nunca más” .
Un juicio inesperado
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