Por eso hoy debemos preguntarnos: ¿qué vamos a hacer para que los 8 Factores de Paz pasen del papel a la acción? La retórica no cura heridas, ni ilumina calles oscuras, ni devuelve la vida que se perdió. La realidad nos grita que es momento de trabajar hombro con hombro para construir las condiciones que merecemos.
Los infortunados hechos ocurridos este fin de semana en Altata, en donde perdió la vida la maestra Jesamel, me han llevado a una reflexión profunda sobre la estrategia que hoy parecen utilizar los gobiernos: intentar limpiar con palabras lo que la realidad mancha todos los días.
La tragedia se convierte en espejo, y ese espejo nos devuelve una imagen incómoda: la distancia entre el discurso oficial y la experiencia cotidiana de los ciudadanos.
Me viene a la mente una frase de