El atole de harina de arroz se ha posicionado como una bebida tradicional en varios países de América Latina, en especial en México y Centroamérica. Su consumo se asocia con prácticas familiares, recetas que han pasado de generación en generación y, sobre todo, con creencias populares sobre sus beneficios para la salud .
En las primeras décadas del siglo XXI, su presencia en la gastronomía y en la cultura del bienestar despierta interés por sus posibles propiedades curativas . Un factor que resalta en la cultura alimentaria es la creencia de que el atole de harina de arroz favorece problemas digestivos y aporta energía .
La preparación de esta bebida es sencilla: mezcla leche o agua con harina de arroz y azúcar, a la que se pueden añadir ingredientes como canela o vainilla.