Utilizar los resortes del gobierno con fines políticos partidarios. Presionar a empresas de medios de comunicación privadas para que se alineen con el partido. Castigar a los propietarios que se resisten y recompensar a los que obedecen.

Así fue como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, consolidó el control de los medios en su país, según académicos que presenciaron de primera mano el retroceso democrático del país europeo.

El presidente Donald Trump y sus aliados parecen estar aplicando el mismo manual contra los medios de comunicación en Estados Unidos.

Mediante maniobras legales, incentivos financieros y campañas de presión pública, Trump está persuadiendo a las empresas para que realicen cambios que beneficien a su partido y refuercen su propio poder. La decisión del miércol

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