Hasta ahora, sólo se le podía vender el alma al Diablo, pero ya se le puede vender también a un ruso, un tal Dimitri, y la primera persona que se la ha vendido es una tal Karina, una joven de 26 años que ha corrido a gastarse el producto de la transacción en muñecos Labubu, los muñecos más feos del

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