Elena Poniatowska, una de las cronistas más reconocidas del idioma español, recordó el sismo de 1985 a través de las historias humanas que lo marcaron. Entre ellas, destacó la de un hombre apodado La Pulga, un rescatista de baja estatura que se convirtió en símbolo de valentía al adentrarse en los túneles en busca de sobrevivientes.
A sus 93 años, la escritora y Premio Cervantes 2013 conserva intacta la lucidez de su memoria retrospectiva. Aunque asegura que ya escribió sobre aquella tragedia en su libro Nada, nadie. Las voces del temblor, acepta evocar esas memorias. “Yo daba un taller de literatura y mandé a mis alumnas a recoger testimonios; lo hicieron muy bien”, recordó en entrevista.
El libro, recientemente reeditado por Seix Barral, se enfoca en los relatos de dolor y solidaridad